Pensemos a la mente,
como una especie de muro. El mismo tiene aberturas, que la mayor parte del
tiempo, están cerradas con sus respectivas puertas. Cuando una puerta se abre,
la energía que esta en el universo, tiene acceso a nuestra alma a través de
ella. La puerta se abre, la barrera cede, el limite se rompe. Ese muro es una
especie de casco anatómico que siempre llevamos puesto. Esta recostado sobre
nuestra cabeza. Protege, ni mas ni menos, a nuestro cerebro, colchón de la
consciencia. Cuando una barrera cede, la energía que esta alrededor, que
siempre esta en movimiento, encuentra un lugar con espacio. Como cuando dejamos
salir el agua a través de un colador. Esa compuerta que se abrió y dejo pasar a
la energía, tiene una tendencia. No todas las puertas son iguales, porque permiten
el ingreso de energía a determinadas partes del cerebro. Este es todo diferente,
no hay partes iguales que hagan las mismas cosas. Por eso, cada parte del cerebro
esta ligada a un concepto en particular. Entonces, si se abre la compuerta 27, por
ejemplo, que esta protegiendo una parte del cerebro que esta ligada mas al arte,
toda la energía que ingrese sera interpretada o, mejor dicho, filtrada, dejando
pasar solo el conocimiento que hay en ella, relativo a esa área artística. Entonces,
nuestra experiencia con el entorno se vera íntimamente inclinada hacia lo
artístico. Veremos el movimiento, los colores y los panoramas como nunca antes
habíamos visto. Allí el cerebro esta recibiendo todo ese conocimiento que yace
en la energía, que alguno supo llamar Consciencia Colectiva. No es mas que las
experiencias de todo aquel que alguno vez vivió, en relación a ese determinado
aspecto. Por lo que podríamos decir que al abrir la compuerta artística,
estaríamos dejando entrar la misma energía que alguna vez baño a Leonardo Da
Vinci, Picasso, Van Gogh y tantos otros. Una vez aceptado este concepto, la
mirada de las cosas cambia, porque todo se convierte en una potencial
experiencia de cambio, aunque sin la posibilidad voluntaria de abrir esas
compuertas a gusto.