"Me llego un rumor...", dijo su voz interior. Un rumor, paradojicamente, ocasionado por el silencio. El silencio que produjo su alejamiento, su distancia cada vez mas grande, directamente proporcional a mi dolor. Ese silencio, esa cadencia de interés quizás estuvieron allí por un largo tiempo, pero siempre fui lo suficientemente orgulloso como para no verlo, o mejor dicho, para no asumirlo. "Que hacemos ahora?", "Hacia donde vamos?", "Que vendrá en el camino?"