
... Escapándose del mundo, pita el cigarrillo, como si le concediese una cualidad hace tiempo olvidada. Oculto entre los extras de la historia, mira desde lejos a quien le enciende el alma. Ella, ahí parada, como detenida en el tiempo, mantiene su mirada fija en un hombre que no es el. Unos ojos afortunados, ventanas de un alma merecedora o no, de ella y de toda su majestuosidad. Mira al cigarrillo, que siempre esta ahí para el, apoyando, incondicional, aunque bien sepa que en el fondo, no es mas que un asesino lento y mortífero, como quien es traicionado por alguien a quien consideraba amigo, hasta el momento en que la hoja del cuchillo atraviesa la carne de su espalda. Como si ante cada pitada lograra encontrar ese amor que ante cada segundo, se ve mas y mas perdido en la nebulosa de su imaginación. Nunca fue correspondido, y lo sabia. La tristeza, la desazón, la angustia... cada sensación plasmada en cada pitada, dada con fuerza, como buscando que la muerte llegara mas rápido. Sabia que estando allí parado, sin hacer nada, no era el camino para conseguir un cambio. Sabia que la batalla estaba perdida, pero al menos debía luchar, pensaba. Pero de nuevo, el tubo de tabaco se acercaba a su boca y le quemaba la fe. Que hacer? Tanta gente alrededor lo inhibía. Porque no quemaba el miedo, como lo hacia con otras emociones? Que le impedía ir hasta ella, en medio del tumulto y decirle de una vez, lo que tantas otras veces se había contenido de decir. Y si ella sintiera lo mismo? Y si por no decirle nada, se estaba perdiendo la oportunidad de su vida? Y el cigarrillo llego a su fin. El filtro asomaba entre sus dedos, cuando lo apago en el cenicero. Entonces se miro las manos. Quien era? Porque era tan importante para el todo esto? Porque había creado una historia en base a ideas o suposiciones? Porque siempre había sido igual? Siempre temiendo. Temiendo a quien? Que caos! Cuantas cosas deambulaban por su mente. Cuantas preguntas, cuantas dudas. Se sentía nervioso. Se sentía abatido. "Cagón" se decía a si mismo. Como quien trata de arengarse antes de salir al ring, sabiendo que su rival es mas fuerte y esta mas preparado. Fue la hora, entonces, de ponerse los guantes. Iba a dar pelea. Los miro una vez mas. Metió la mano en el bolsillo, y agarro otro cigarrillo. Se acerco a ellos y, al llegar, lo corrió a el con una mano. Se paro frente a ella y con toda su valentía y destino en juego, le dijo: "Tenés fuego?", dando inicio a la batalla...